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Disciplina:
Disciplina: Tiro con arco recurvo

Oscar Ticas


Si todo fuera normal, por estos días Óscar Ticas, atleta Team ESA de tiro con arco, estaría preparando las maletas para el torneo preolímpico de Monterrey, México, que se iba a desarrollar del 23 al 29 de marzo. Pero en tiempo de coronavirus, nada es normal, y el deporte ha sufrido las consecuencias de esta pandemia como cada uno de los sectores de la sociedad. “Nos afecta toda nuestra programación”, admite.

Si bien Óscar se lo toma con calma y asegura que no hay incertidumbre, el hecho de no poder salir del país y no competir implica un gran cambio: “Definitivamente tendremos que modificar algunas cosas, pero no sabemos bien qué va a pasar. Es más, en este momento no podemos ni entrenar”.

Como muchos atletas, Ticas está pendiente de lo que puedan comunicar las organizaciones deportivas, especialmente el COI, sobre los Juegos Olímpicos Tokio 2020. “Estamos a la espera de lo que puedan comunicar, si es que los van a suspender o si los van a posponer. Pero en mi caso, el primer paso es clasificar”, comenta. Aún se desconoce cuándo se disputaría el preolímpico recientemente cancelado.

La mente de Óscar está en Tokio, pero sabe que para llegar debe lograr ese ansiado boleto: “Canadá, Estados Unidos y Brasil ya tienen clasificados. En mi caso, hay que pelear por una plaza y los rivales directos son Cuba, Colombia, Chile, México y Venezuela”.

Ticas y Juegos Olímpicos son dos términos que ya habían estado juntos para Río 2016, cuando el salvadoreño había logrado clasificar. Sin embargo, un raspón en una rodilla, jugando un partido de fútbol, acabó increíblemente con su sueño. A pesar de su reticencia, alguien le aplicó una crema para aliviar el dolor sin percatarse de que tenía esteroides, un elemento que aparece en la lista de sustancias prohibidas por la WADA. "Perdí mi plaza en los Juegos Olímpicos y muchas otras cosas. No más becas, ni más patrocinadores, no podía entrenar…” Fueron 12 meses de castigo que parecieron interminables.

“La verdad es que nunca me frustré por lo de Río. Fue difícil digerirlo, pero yo sabía que no había hecho nada malo y pasé la página, pero ya sin beca tuve que alternar mis entrenamientos con un trabajo para conseguir ingresos” explicó.

Un año después, en los Juegos Bolivarianos Santa Marta 2017, como parte de su redención, fue elegido para portar la bandera de El Salvador en la ceremonia inaugural. Ahora, para cerrar el círculo, Tokio aparece en el horizonte.

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