Noviembre 26, 2020 –

No tuve la oportunidad de verle jugar, pero sí vi los videos de sus mejores momentos, esos que hicieron que un país tan grande lo amara. Una vez más, Diego logró unir a un país en donde la rivalidad de los clubes destaca por la pasión desbordante de los hinchas. Su muerte, que sorprendió a todos, los unió como aquel año que los hizo campeones del mundo por segunda vez. Ese Mundial, que tiene quizá uno de los goles más tramposos, posee también el mejor gol de los mundiales. Ambos con la firma de Diego.

En Argentina no se creen la noticia, lloran y esperan que Diego gambeteara una vez más la muerte, esa a la que se le escapó tantas veces por la vida que llevaba, llena de drogas, excesos y fiestas. Las personas cercanas a él decían que Maradona solo fue feliz en una cancha de fútbol, fuera de ella se aferraba a la ‘mala vida‘ muchas veces porque se sentía solo.

Diego ha sido la inspiración de muchos jóvenes por las cosas increíbles que hacía en la cancha, desde un pase en donde nadie más que él lo veía hasta gambetear a seis ingleses y hacer el mejor gol de un Mundial.

En un país que tanto te ama, admira e idolatra, Maradona estuvo a nada de perderlo todo en su época como entrenador de la selección de Argentina. Esa parte de su carrera la viví muy de cerca, jamás olvidaré aquel octubre de 2009, cuando bajo un diluvio, Palermo lo salvó de quedarse fuera del Mundial Sudáfrica 2010. La celebración le dio la vuelta al mundo cuando se hizo un clavado sobre la cancha del Monumental que parecía más piscina que cancha de fútbol.

Siendo salvadoreño no podía evitar la comparación entre Diego y Jorge. El primero la tuvo siempre clara y mencionó en repetidas ocasiones que, para él, el mejor del mundo era Jorge ‘Mágico‘ González, que él hacía cosas que Diego no podría hacer.

En conclusión, creo que siempre hay que recordar al Maradona feliz, al que dio tantas alegrías a los aficionados de Boca Juniors, a los aficionados de Nápoles, pero sobretodo hizo feliz a un pueblo, a un país cuando los hizo campeones del mundo en dos ocasiones. Hasta pronto, Diego, siempre estarás en el corazón de los argentinos y del mundo a los que tanto hiciste feliz.