Julio 31, 2021-

Si bien la pandemia del Covid-19 no pudo con los Juegos Olímpicos Tokio 2020, hubo actividades que se vieron frustradas, especialmente por las medidas de bioseguridad que adoptó Tokio en las semanas previas al inicio de los Juegos: estadios sin público, delegaciones reducidas a la hora del desfile en la ceremonia inaugural, restricciones para la movilidad en la ciudad y en algunos casos cuarentenas.

Entre esas tantas cosas que no pudieron hacerse hay que apuntar el encuentro entre los salvadoreños residentes en Japón con los atletas. Sin embargo, se logró realizar de forma virtual. El evento, organizado por la Embajada de El Salvador en Japón, contó con la presencia de los cinco atletas, quienes se conectaron desde sus dispositivos móviles en la Villa Olímpica. Así, Celina Márquez, Argentina Solórzano, Marcelo Acosta, Quique Arathoon y José Andrés Mijangos dialogaron con sus compatriotas.

La ceremonia empezó con la bienvenida del embajador, Lic. Diego Dalton, quien asistió a algunas de las competiciones en calidad de invitado. Luego dio unas palabras el coronel Francisco Ramos, jefe de misión de la delegación, agradeciendo todas las gestiones diplomáticas. Y posteriormente se emitió un emotivo video con acciones de nuestros atletas, el cual arrancó algunas lágrimas. “Cada vez que lo veo me emociono más”, dijo el embajador Dalton.

Uno a uno, los atletas fueron contando sus experiencias en Tokio, desde divertidas anécdotas a momentos muy emotivos durante la estadía en los Juegos. También los compatriotas -algunos ya con muchos años de vivir en Japón y otros relativamente nuevos- compartieron a los atletas un mismo sentimiento: orgullo. “Aquí casi no saben dónde queda El Salvador, así que de repente ver nuestra bandera nos llenó de emoción”, dijo Edwin Portillo, salvadoreño en Japón. Otra replicó: “No tenemos más que palabras de agradecimiento para ustedes, estamos orgullosos de la manera en que nos representaron”.

Algunos tuvieron problemas para poder seguir en televisión la actividad de los salvadoreños, ya que como explicó Edwin Portillo, “a veces no se podían ver, ya que acá pasan todo lo relacionado a Japón y no tanto de otras delegaciones”. Además, los residentes aprovecharon para hacerle preguntas a los atletas.

La comida fue uno de los temas, y todos resaltaron la calidad de la comida japonesa que probaron en la Villa. “Quizás el único que no comí casi nada japonés soy yo, porque estaba en un lugar donde solo había comida internacional, pero por suerte ya he estado antes en Japón y realmente es exquisita”, contó Enrique Arathoon, que a diferencia del resto esta en un hotel en Enoshima, como el resto de los participantes de vela.

Tampoco faltó la pregunta sobre las famosas camas de cartón de la Villa y hasta hubo un tour virtual por la ciudad donde viven los atletas, de manera que los salvadoreños radicados en Tokio pudieran tener un panorama más claro sobre el lugar donde viven los atletas. En síntesis, una hora y media de intercambio muy provechoso que la pandemia condicionó, es cierto, pero no pudo doblegar.

Agradecimientos a los aliados incondicionales:

-ARRECONSA -ADOC, CONSEJO SALVADOREÑO DEL CAFÉ, AVES y ROWING BLAZER,HOTEL CROWNE PLAZA, SISA, FARMACIAS SAN NICOLÁS y LABORATORIOS SUIZOS

Juntos por el sueño