Julio 24, 2021-

El Kokugikan Arena fue escenario histórico en donde por primera vez una boxeadora salvadoreña se paró en un ring Olímpico. Enfrente tenía a Sena Irie, boxeadora japonesa, que la derrotó en decisión unánime en la categoría de peso pluma femenino (54-57 kgs.).

La pelea comenzó unos minutos después de las 17:30 hora japonesa con árbitro lituano, Gintaras Sniuksta y un jurado compuesto por cinco jueces, Fernando Servide, de Argentina, Mohamed Besmi, de Argelia, Jung Cho, de Corea del Sur, Hichem Menchaqui, de Túnez y Maskim Sulejmani, de Australia.

Con una diferencia de 13 años se le notaba en las piernas rápidas y ágiles a la contrincante nipona que se movía por todo el cuadrilátero con mucha velocidad. Al final la pelea fue ganada por la boxeadora local por decisión unánime del jurado, quienes calificaron con 10 en todos los round a la boxeadora local.

Al finalizar la pelea, Solórzano expresó lo feliz que estaba de competir en unos Juegos Olímpicos: “Estuvo bonita, la verdad me gustó porque estaba bastante emocionada. Primera vez parada en un ring olímpico, traté de dar lo mejor, pero mi rival era bastante rápida. No es excusarme, ni nada, pero tuve que bajar mucho de peso y todo eso me afectó bastante la preparación, solamente tuve 20 días. Pero es una experiencia única, pienso que tenía aire, pero me faltó rapidez”.

Agregó: “En el primer y segundo round noté la velocidad de mi rival, porque ella golpeaba y se movía. Yo soy más de pelear un poco parada, de darme duro y ella golpeaba, se movía, diferente tipos de boxeo”.

La recomendación del entrenador, Carlos Torres, fue “sabíamos que se iba mover bastante, entonces tenía que atacar y tratar de agarrarla, habíamos visto su tipo de pelea, pero se me dificulta bastante pelear de esa manera”. Al final “le aposté a mi resistencia, sabía que iba a tener aire, pero me faltaron más rounds”.

Lo que sigue para Argentina “vienen más competencias y este es un evento el cual uno aprende bastante y de experiencia prepararse mucho antes para una competencia, este fue un caso excepcional, me avisaron que me había clasificado 20 días antes, y no hubo una base de entreno”.

"Le atribuyo todo a la pandemia, de no haber pasado me podría haber preparado mejor, la verdad estábamos listos para hacer bases de entrenamiento y tener fogueos, de hecho iba competir en 51 kilogramos, donde estaba fuerte y rápida, pero la pandemia vino a echar todo a la basura”

Además, comentó que estaba muy preparada para los Preolímpicos: “Estaba lista para ambas competencias que fueron canceladas por culpa de la pandemia, pero por suerte todo el esfuerzo nos dio fruto porque pudimos clasificar, que era el objetivo, pero siento que faltó preparación para esta pelea”.

La experiencia de competir en unos Juegos Olímpicos fue única y expresó lo que le ha dejado Tokio: “Me voy feliz de haber pisado un ring olímpico, haber estado en una pantalla de unos Juegos Olímpicos es lo mejor que me ha podido pasar”.

Cabe mencionar que Argentina Solórzano fue la última en enterarse de su clasificación, lo hizo pocos días antes de que la delegación viniera hacia Tokio, con méritos propios, gracias al ranking de clasificación mundial en donde pudo conseguir la plaza para el peso pluma.

Como dato curioso y final, por primera vez en la historia los Juegos Olímpicos se realizan sin público en las tribunas, solo miembros del Comité Olímpico Nacional, prensa y médicos pueden ingresar a las instalaciones. También cada pelea al finalizar se debe desinfectar, cuatro voluntarios suben a limpiar las cuerdas de los cuadriláteros. Sin duda unos Juegos Olímpicos extraños, pero sin perder lo importante, el olimpismo y convivencia de todas las naciones.

Acompañaron y alentaron a la boxeadora Team ESA en el Kokugikan Arena, Eduardo Palomo, presidente del Comité Olímpico de El Salvador y Diego Dalton, embajador de El Salvador en Japón.