Se sentó en un velero que está encallado a la orilla del Lago de Ilopango y de inmediato los 10 atletas juveniles lo rodearon para poder charlar con él. Tras la breve plática, que incluyó explicaciones con pizarra sobre técnicas y ejercicios para mejorar su desempeño al momento de competir, ayudó uno a uno a ingresar al agua y así poder realizar junto a ellos su última regata como atleta de alto rendimiento.

Y es que, tras representar por más 13 años al Team ESA en competencias élites, el velerista Enrique Arathoon decidió poner punto y final este sábado de manera oficial a su aventura como atleta competitivo, una decisión que reconoce no le fue difícil de tomar.

“Mi decisión ya estaba tomado desde antes de los Juegos de París y fue bastante fácil porque mis prioridades ya no eran competir, ya que el tiempo que debía dedicar a cada cosa cambió. La puerta del deporte competitivo se había cerrado y lo correcto era terminar en París”, dijo Arathoon sentado a la orilla del Lago de Ilopango donde todo comenzó y, paradójicamente, donde todo acabó.

Fue en el año 2011, cuando Enrique tomó la decisión de dejar de competir por Guatemala, donde nació y país de origen de su padre Enrique Arathoon, y decidió ponerse la camiseta de El Salvador, natal de su mamá María Dolores Pacas.

“Este lugar (Lago de Ilopango) tiene mucho que ver en mi historia, ya que acá vine en el 2010 y fue donde gané mi primera regata. Un año después, por invitación del presidente del Comité Olímpico de aquel entonces, fue que decidí comenzar a competir por El Salvador”, relató el velerista de 32 años.

Compitiendo por el Team ESA, Quique, como le dicen cariñosamente, consiguió logros históricos como una medalla de bronce en World Cup Series en Miami, bronce en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014, bronce en el US Open Sailing Series Clearwater 2023, oro en los Juegos Bolivarianos Valledupar 2022, oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023 Y clasificar de manera consecutiva tres Juegos Olímpicos: Río 2016, Tokio 2020 y París 2024.

Pero de todos esos logros, Enrique destacó el oro obtenido en los Juegos San Salvador 2023, ya que lo hizo en el lago donde todo comenzó, con el apoyo de sus padres y el empuje de todos los salvadoreños.

“Para mí fue un compromiso y un privilegio haber competido por este país que me acogió como uno más y me siento agradecido por el apoyo que me dieron. Sepan que siempre di lo máximo en cada competencia, por eso haber ganado el oro acá es algo que no puedo comparar con ningún otro éxito deportivo de mi carrera”, agregó.

Pero, más allá de los logros deportivos, Enrique reconoció que lo que más lo llena de satisfacción es el legado y la inspiración que puede generar en las nuevas generaciones de veleristas salvadoreños.

“Servir de inspiración para las nuevas generaciones es un logro que una medalla no pueden superar. Siempre he tenido el compromiso de dar un buen testimonio y mostrarle a los jóvenes que, si yo logré hacerlo, ellos también pueden hacerlo”, dijo Arathoon.

Por ello se comprometió a seguir colaborando con la Federación Salvadoreña de Vela para realizar periódicamente clínicas deportivas que contribuyan a que los atletas jóvenes mejoren y puedan representar bien en competencias internacionales.

Y cumpliendo ese compromiso es que Arathoon no dudó en tirarse al agua para ayudar a una atleta juvenil que no lograba dominar bien su velero. Nadó junto a ella, le brindó pacientemente las instrucciones para que navegara sin problema y luego se subió a una lancha que lo llevaría al velero en el que realizaría la regata de su despedida.

Desde el Comité Olímpico de El Salvador felicitamos a Enrique por haber representado con gallardía al Team ESA y nos sentimos orgullosos de los resultados que le regaló a El Salvador a lo largo de su carrera.