Julio 9, 2020 –

En 1969 el hombre fue a la luna y Erika Crouchett vino a El Salvador para ser pionera de la gimnasia en el país, y fundadora del gimnasio Tembag semillero de atletas y formadora de entrenadores de gimnasia en el país, con quien conversamos en el Programa Team ESA Sports. A la plática se sumó la Licda. Vilma de Flamenco, Tesorera del Comité Olímpico de El Salvador.

Nació en Santiago de Chile de padre Ítalo francés y madre de descendientes alemanes. Casada con el salvadoreño Marcelino Antonio Ramírez (de grata recordación) –abogado de Santa Tecla.

Respecto al nombre del gimnasio Tembag, Erika comentó “ T por Tony mi cuñada, E por mi nombre, M por Marcelino mi esposo, B por belleza, A por abogacía y G gimnasia y yo no podía contarle a todo el mundo lo que significaba y una noche soñé lo que le iba a poner T por tonicidad, EM por elasticidad muscular, B por belleza, A por arte y G de gimnasia”.

Inició el gimnasio Tembag con dual meet en Guatemala, también intercambio con México “ahí conocí la Federación Mexicana de Gimnasia e hice contactos con una persona que organizaba la competencia Copa Benito Juárez y nos fue muy bien”, sostuvo la pionera.

Agregó “Comencé con mi título de gimnasia en El Salvador, tocando colegios y al final de tanto recorrer llegué al Sagrado Corazón, estuve tres meses sin sueldo, empecé a enseñar, a las niñas les gustaba mucho y las mismas niñas con sus padres me dijeron que pusiera mi gimnasio, así fue que decidí hacerlo en 1971” Tembag, estuvo ubicado por el parque infantil, luego por el Salvador del Mundo, de ahí se trasladó a la Colonia Escalón.

“Antes se les exigía más a las niñas, hoy dan la queja, ya hoy le está tocando a Alessandra Cicchelli , ella es la seguidora del legado de Tembag, ella se destacó fue una excelente gimnasta, ha sido la persona más idónea para seguir con el gimnasio en beneficio de la sociedad salvadoreña para hacer generaciones completamente diferentes”, sostuvo Erika.

La Licda. de Flamenco, quien fue en 2009 Presidenta de la Federación Salvadoreña de Gimnasia dijo “ ella trabajo desde 1970, ella formó entrenadores, grandes gimnastas que son líderes, formó la federación salvadoreña de gimnasia, dio a conocer el país por medio de las atletas, su aporte es muy valioso para el país”.

Agregó “Erika le tocó el rol de madre, no solo de entrenadora, eso toca como dirigente, es una responsabilidad cuidar de los atletas, que no se lesionen, su comportamiento, los padres confían sus tesoros, sus hijos, los entrenadores se vuelven padres por que pasan en el gimnasio como cuatro horas”.

En el aspecto de educación Erika les enseñaba sobre el manual de Carreño , sobre urbanidad y buenos modales “una de las cosas que más me interesaba al salir afuera a competir era la imagen del país, en la manera de vestirse, sentarse, dar gracias, saludar y buen comportamiento, yo solo daba una mirada y las niñas sabían que estaban haciendo algo incorrecto, yo las he amado mucho, son parte de mi vida, llegué aquí para vivir con ellas, fue difícil desprenderme de El Salvador y siempre las estoy recordando”.

Entre sus ex alumnas por ejemplo figuran María Eugenia Barrientos médica, Alessandra Cicchelli empresaria y hoy responsable de Tembag, Cristina García Prieto, Lucita Mena, Dalia Portillo que es actual coreógrafa de Tembag, Lucia Cladellas, Frida Larios, Carmen Palomo y Wendy Menesses.

El Salvador hizo presentaciones de gimnasia con atletas de Tembag por Ucrania, Polonia, Rusia, Turquía, Honduras, Chile, Estados Unidos y por ejemplo conocer el gimnasio del profesor Béla Károlyi en, Houston, entrenador de Nadia Comaneci. Además, en Miami fueron nombradas visitantes distinguidas; entre otras.

Sin duda, Erika chilena de nacimiento pero con su corazón de El Salvador, ha dejado huella en sus atletas, en los entrenadores formados en Tembag y pionera de la gimnasia en El Salvador, con el apoyo de su hermana Esther “Coca” Crouchett. En hora buena.

Agradecimientos a nuestros patrocinadores Farmacias San Nicolás, Laboratorios Suizos, AVES, SISA y el Café de Don Pedro.

Juntos por el sueño