No cabe duda de que los recientes sucesos en algunos deportes arrojan una sombra sobre todo el mundo deportivo. A medida que siguen aumentando el papel y la importancia del deporte en la sociedad, también crecen las expectativas del público acerca de la integridad de los atletas y las organizaciones deportivas. En el Movimiento Olímpico tenemos la responsabilidad compartida de facilitar nuevas respuestas a nuevas preguntas.

Es una gran oportunidad para el Movimiento Olímpico poder impulsar las reformas de la Agenda Olímpica 2020, la mayoría de las cuales se han llevado a la práctica en tan sólo 12 meses. Con la Agenda Olímpica 2020, todos los integrantes del Movimiento Olímpico se han comprometido a aplicar los principios de la buena gobernanza. El COI ya ha adoptado criterios internacionalmente reconocidos de gobernanza en todas sus actividades, y ha presentado el Código del Movimiento Olímpico para prevenir la manipulación de las competiciones. Hemos dado el ejemplo y esperamos que todas las organizaciones deportivas nos sigan. En lo referente a la protección de los atletas honestos, el COI ha reafirmado su compromiso de que el sistema antidopaje y los mecanismos sancionadores de los atletas infractores sean independientes de las organizaciones deportivas. Estamos convencidos de que estos cambios son necesarios para proteger mejor a los atletas honestos y fortalecer la integridad del deporte.

Aunque ya estamos viendo muchos elementos de la Agenda Olímpica 2020 en la práctica, debemos centrar nuestra atención en el camino que nos queda por recorrer. Nuestro proceso de cambio continuará en 2016 con la misma energía y determinación. Solo así podremos seguir reforzando el papel del deporte en la sociedad, y poner el deporte al servicio de la humanidad. En este sentido, intensificaremos nuestra colaboración con la Organización de las Naciones Unidas, para contribuir a hacer realidad los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (ODS) y ayudar a millones de refugiados en todo el mundo a través del deporte.

Tenemos grandes expectativas para 2016. Dentro de pocas semanas, iniciaremos un año olímpico histórico, con todo el espíritu y la energía de la próxima generación de jóvenes atletas, en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Invierno de Lillehammer 2016.

En agosto, el mundo se dará cita en Río de Janeiro para celebrar por primera vez unos Juegos Olímpicos en América del Sur. Estoy convencido de que Brasil recibirá con entusiasmo al mundo, con su característica alegría de vivir y su pasión por el deporte. Somos conscientes de que la actual situación económica y política de Brasil podría complicar los preparativos finales en los próximos meses; pero además de tener de su parte a los cariocas y a todo el pueblo brasileño, los organizadores cuentan con la solidaridad de toda la familia olímpica, para que estos Juegos sean un gran éxito. Los Juegos Olímpicos de Río 2016 transmitirán al mundo un mensaje de esperanza y de alegría en tiempos difíciles.

La solidaridad y la unidad del Movimiento Olímpico serán la clave del éxito para celebrar unos Juegos extraordinarios.

Los Juegos Olímpicos son el momento en que cobran vida los valores de tolerancia, solidaridad y paz, cuando la comunidad internacional se reúne en una celebración de toda la humanidad. Los Juegos Olímpicos son la inspiración para comprender que un mundo mejor y más pacífico es posible. ¿Qué mejor ocasión que el año olímpico, para recordar que los valores olímpicos son hoy más importantes que nunca? Dentro de ese espíritu, os deseo a todos salud, prosperidad y un muy feliz Año Nuevo Olímpico 2016.

Fotografía © IOC / Alexander Hassenstein