Julio 21, 2020 –

Fotografía -El Diario de Hoy

Hace dos meses fue Roberto Selva, ahora es Pío Salomón Rosales. El año 2020 parece empecinado en llevarse a nuestras glorias del baloncesto. Ayer, después de una dura lucha contra el Covid-19, falleció el arquitecto Rosales, otra auténtica leyenda del baloncesto de El Salvador. Fue otro de los héroes del Caracazo, aquella épica medalla de oro lograda en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, disputados en la capital venezolana.

Aquel recordado equipos era comandado por Adolfo “Jocote” Rubio, y además de Selva y Rosales lo integraban Adolfo “Chorro de Humo” Pineda, Juan Matheu, Alejandro Pereira, Mauricio “Cotuza” Lemus, César Escalante, José “Chomingo” Chávez, Mauricio “Pachín” Ibarra, Ricardo Arévalo, Luis “Chino” García, Jorge Cucalón y Alejandro “Tatún” Pereira.

En Caracas, El Salvador escribió una página gloriosa, una hazaña irrepetible que marcó para siempre a aquellas figuras. En ese sentido, Pío Salomón Rosales fue un jugador clave, el segundo máximo anotador salvadoreño del torneo por detrás del Ratón Selva. Pío hizo 56 puntos en la fase inicial y 33 más en la fase final, incluyendo los 10 puntos en el juego final, donde El Salvador superó a Colombia por 73-60.

A Pío le llamaban “El Cipote de Oro”, era el orgullo del Instituto Nacional General Francisco Menéndez, INFRAMEN y durante un tiempo se mudó a Guatemala. Una persona entrañable, fue ministro de Obras Públicas, también jugó para el equipo Arco-Iris y la Universidad de El Salvador. UES , un maestro, un ejemplo… Su nombre será recordado por siempre por aquella gesta de Caracas, pero también por haber llevado el baloncesto de El Salvador a otro nivel.

Agradecimientos a nuestros patrocinadores Farmacias San Nicolás, Laboratorios Suizos, AVES, SISA y el Café de Don Pedro.

Juntos por el sueño