Agosto 9 , 2019-

Paulina María Zamora Cornejo, conocida como Nina, combina el fitness coreográfico de la Federación Salvadoreña de Físico Culturismo con el Pole Art. Una deportista de alta competencia con elasticidad, flexibilidad, así como facilidad de hacer saltos y acrobacias.

Nació en San Salvador el 14 de noviembre de 1989, hija de Roxana de Zamora y de Ernesto Zamora. Nina practicó gimnasia artística durante 10 años, y formó parte de la selección nacional. Habla inglés y francés.

Inicio en físicoculturismo cuando clasificó a un evento en Estados Unidos, el Olimpia, el 2018 y expresó “en esa competencia el veinticinco por ciento corresponde a la musculatura al físico, y al principio no me gustó, me tienen que calificar por lo que se hacer, no como me veo, entonces dije ponte a trabajar”.

El Pole Art lo descubre mientras completa su licenciatura en Artes en la Universidad de La Sorbona, en Paris, Francia, en el año 2012. En El Salvador es la precursora del Pole Art, se comenzó a presentar en teatros, en eventos culturales y con compañías de danza en el país.

Actualmente combina los dos deportes y su faceta de entrenadora en Peace & Pole by Nina. “He formado a dos de mis alumnas más avanzadas y ellas dan clase y así nos coordinamos los horarios, para atender a los alumnos”, comentó.

Su vida gira en torno al fitness coreográfico, Pole Art y su trabajo de entrenadora en su propio estudio. Desde temprano da clases, entrena pole, fitness, hace pesas, gimnasia, cardio y luego da clases hasta 8:30 p.m.

Respecto a la comida dice “no puedo comer lo que yo quiero, estoy con los carbohidratos súper bajos, desayuno claras de huevos, medio cup de proteínas y cinco fresas, otro puede ser claras de huevos y ejotes, seis onzas de lonja de pescado con vegetales, un cuarto de taza de avena, de cena similar y toma agua, no lácteos, ni yogurt”.

Una situación deportiva que no olvida fue en el 2003 para los Juegos Panamericanos de Santo Domingo: “me rompí el cruzado haciendo gimnasia, fui al hospital y mi tía, que es bastante religiosa, llevó una señora que tenía el don de curar y ser vidente. Me dijo que yo me iba a dedicar a lo que más amaba e iba ser reconocida. Mi madre pensó son palabras de alientos, en ese momento sentí que se me acabo todo y hoy estoy participando en Lima”.

El nombre de Nina viene desde la infancia, le decían minina, porque se movía como un gatito, saltaba y saltaba, y era gimnasta; en ese sentido, dijo “ me gusta, Nina, porque cuando doy talleres de pole, me preguntan sos rusa y les aclaro que soy salvadoreña ”.

Y se describe como “atleta disciplinada, constante y cuando me quiebro me siento Paulina. Luego busco mi ego de Nina, y sigo”. Respecto a los estudios en la Universidad de la Sorbona en Paris, dijo: “aprendí en cómo puedo desarrollar la coreografía, mezclado con el concepto y los recursos que utilizo, vestuario, proyección escénica, el uso del escenario, proyección audiovisual, me ayuda hacer artista escénica más completa”.

Nina ha participado en 11 de los campeonatos más renombrados e importantes de la industria del pole sport y pole art, y ha ganado podio en muchas de ellas. Está certificada como instructora Master Elite Trainer de Pole Fitness en Manhattan, New York y en Buenos Aires, Argentina .

Entre los logros en físico culturismo podemos citar Oro en fitness Coreográfico Miss y Mr El Salvador 68° Edición en 2018 y bronce 3° en Bodyfitness en categoría avanzada libre.

En sus tiempos libre lee a Isabel Allende y Gabriel García Márquez. Le encanta dibujar bailarinas y escuchar a Ludovico Einaudi, compositor y pianista italiano. También combina el impartir talleres en otros países de pole y conocerlos por ejemplo Suiza, España, Alemania, Estados Unidos, México, Costa Rica, Panamá, Guatemala y Argentina.

Con originalidad artística en cada rutina, técnicas y movimientos Nina obtendrá excelente resultados en fitness coreográfico para poner en la élite el fitness coreográfico azul y blanco.